Diputada Ana María Gazmuri valora puesta en marcha de la Comisión de Verdad y Niñez: “Es un camino histórico (…) Pero también debe ser la base de una transformación profunda.”

La diputada de Acción Humanista e integrante de la Comisión de la Familia, Ana María Gazmuri, valoró este lunes la puesta en marcha de la Comisión Asesora Presidencial para la Verdad y Niñez, calificándola como un paso histórico para visibilizar las graves vulneraciones que sufrieron niños, niñas y adolescentes bajo custodia del Estado entre 1979 y 2024.

El nuevo organismo, impulsado por el Ejecutivo, busca esclarecer la verdad sobre estas vulneraciones, dar voz a las víctimas y sus familias, y sentar las bases para un proceso de reparación integral. La parlamentaria destacó que se trata de una instancia largamente esperada, especialmente por quienes aún arrastran las consecuencias de haber pasado por el Sename o instituciones colaboradoras.

“Sabemos que el Sename fue un sistema ineficaz, y que hoy las vulneraciones siguen existiendo en el Servicio Mejor Niñez. Lo sé de primera fuente: niños y adolescentes aún enfrentan la falta de residencias, hacinamiento en muchas de ellas y, en los casos más graves, también situaciones de explotación sexual infantil. Son historias que no pueden seguir quedando en silencio ni en la impunidad”, señaló Gazmuri.

En esa línea, la humanista enfatizó que la Comisión de Verdad y Niñez “es un camino histórico para reconocer el dolor de miles de víctimas y avanzar hacia una reparación real. Pero también debe ser la base de una transformación profunda. No basta con cambiarle el nombre al Sename: mientras sigan existiendo vulneraciones de derechos, no habremos cumplido con nuestra responsabilidad como Estado. Urge revisar el modelo completo para que nunca más un niño o niña vuelva a ser revictimizado por quienes debían protegerlo”.

Finalmente, la parlamentaria hizo un llamado a participar en la convocatoria ya abierta: “Invitamos a quienes vivieron estas experiencias, y a sus familias, a entregar su testimonio. Aunque sea doloroso, su voz es esencial para que se haga justicia, para que la reparación no sea solo simbólica y para que como país podamos aprender de lo ocurrido y garantizar que nunca se repita”.