Un legado a la altura de Neruda y Mistral. Se exponen en Santiago cientos de obras del artista plástico José Venturelli
Disponible al público se encuentra la exposición “Centenario José Venturelli. Humanismo y compromiso social” en el Centro Cultural La Moneda, muestra que reúne cientos de obras -470 piezas- del artista chileno nacido en 1924.
Es además, una exposición que permite comprender su compromiso con las clases populares y con procesos políticos transformadores que ocurrieron durante la segunda mitad del siglo XX, a los que pudo conocer in situ a partir de su itinerancia por diferentes países del mundo.
“Es la gran actividad que corona este año de centenario”, señala Christian Leyssen Silva, curador de la Fundación José Venturelli. “La idea es que se prolongue hasta principios de abril de 2025, por lo tanto, es una exposición de bastante tiempo para poder ir a verla”.
En las dos principales salas del centro cultural se reúne parte importante de sus pinturas, grabados y dibujos, así como un conjunto de portadas de libros, afiches, cartas, fotografías, piezas decorativas, utensilios de su taller e incluso, una recopilación audiovisual de los murales que el artista realizó en Chile y en otras ciudades del mundo como La Habana o Ginebra.
“Muchas de las obras fueron encontradas recientemente. Algunas son reposiciones de obras que no se exponían desde hace muchas décadas y otras son préstamos de colecciones privadas. Así que estamos muy contentos de poder contar con esa variedad”, expresó el especialista.
Arte de la vida misma
“La exposición da a conocer un primer período de la obra de José Venturelli”, apunta también Leyssen, recordando que en sus primeros años fue significativo el contacto que mantuvo con Siqueiros y Portinari, además de sus primeros viajes por Chile en donde observa la realidad geográfica y social del entonces.
De este período son sus series “28 de enero” que aluden a la matanza de la Plaza Bulnes de 1946; “Hoy es todavía” -litografías que fueron ilustradas poéticamente por Pablo Neruda- y la serie “Sin paz”. “Su arte proviene, como él bien decía, de la misma vida y no del arte, haciendo alusión al juego y al formalismo que a veces se daba en otras vanguardias”, precisa Heyssen.
La creación artística como transformación
El curador también se refirió al brillante aporte que el artista hizo a las relaciones entre Chile y China: “Hay que recordar que Venturelli fue el primer artista plástico de Latinoamérica en llegar a la República China”.
Venturelli fue profesor de la Escuela Central de Bellas Artes de Beijing e introdujo la enseñanza del género del desnudo con modelos reales; profundizó en el aspecto espiritual de la pintura china y conoció su arte popular. También, fue precursor del Instituto Chileno Chino de Cultura.
“Es importante entender que en él se van sedimentando, juntando, aunando, mezclando -si se quiere-, distintos lenguajes artísticos, pero que a su vez, son importantes como metáfora y también como método para luchar por la integración al interior de las sociedad y entre las sociedades”, reflexiona Heyssen.
La muestra también aborda su período en Cuba, país al que vincula parte importante de sus obras, como los murales “Solidaridad entre los pueblos latinoamericanos”, “Homenaje a Camilo Cienfuegos” o la co fundación del Taller Experimental de Gráfica en 1962.
Asimismo, la muestra presenta la obra del artista en torno a la Unidad Popular, su exilio en Suiza durante la dictadura y sus creaciones cercanas a su fallecimiento en 1988.
Con Neruda y Mistral
“Dejo invitado a todo el mundo a conocer más de José Venturelli”, expresó Christian Heyssen. “Para nosotros es un grande absoluto por todo lo que significó, lo que hizo, por su capacidad de reflejar al pueblo un dolor, pero también por una búsqueda de la dignidad y un encuentro con la dignidad; el encuentro entre los pueblos también”.
“Fue por sobre todo un gran humanista y más allá de lo estrictamente político y de la realidad de cada sociedad, fue un artista muy universal”, acotó el curador de Fundación Venturelli, adhiriendo a la idea que el autor debiese ser tan conocido como Neruda y Mistral. “Veamos a José y sobre todo su obra. Emocionémonos con ella y aprendamos con ella de nosotros mismos como pueblo”, precisó.