Ipsos: A más de la mitad de los chilenos se le hace difícil administrar sus finanzas
La última edición del estudio “Monitor Ipsos del Costo de Vida” mostró además que hay una alta expectativa de los chilenos a que suban los precios durante el próximo año en combustibles, servicios básicos y alimentos.
Ipsos publicó su séptima edición del “Monitor del Costo de Vida”, una encuesta realizada en 32 países que analiza cómo se sienten los ciudadanos de todo el mundo con respecto a sus finanzas en un escenario de bajas expectativas económicas y baja confianza del consumidor.
El legado de la inflación
Un 71% de los chilenos cree que la tasa de inflación, o sea cuánto suben los precios, aumentará durante el próximo año. Esto nos ubica como el octavo país que más cree que subirá el costo de vida y 6 puntos porcentuales sobre el promedio global (65%). Respecto del tiempo estimado que pasará para que las alzas de precio vuelvan a la normalidad, la mayoría cree que falta más de un año (41%), o que nunca (15%) se va a recuperar la estabilidad.
En cuanto a las repercusiones del escenario inflacionario, uno de cada cinco encuestados chilenos (20%) cree que disminuirá su estándar de vida durante el próximo año; este es el porcentaje más bajo registrado por Chile en esta pregunta de las cinco ediciones en las que ha sido incluido.
Al ser consultados por las expectativas de gastos en el hogar de cara a los próximos seis meses, los ítems donde los chilenos estiman que habrá más aumentos serán en servicios básicos como gas o electricidad (77%), los combustibles (72%), las compras de alimentos (71%), y otras compras domésticas (69%).
Nicolás Fritis, CEO de Ipsos en Chile, comenta que “aunque la inflación ha disminuido, el aumento sostenido de precios en años anteriores sigue afectando el costo de vida en Chile. La gente recuerda los precios antes de la crisis inflacionaria, lo que intensifica su percepción de los costos actuales. Además, el tipo de cambio alto y el incremento de los precios de la energía contribuyen a esta sensibilidad de los ciudadanos. Aunque la percepción de una reaceleración de la inflación es en gran parte subjetiva y no refleja completamente los datos oficiales, afecta el comportamiento de los consumidores y requiere atención del gobierno y el Banco Central para restaurar la confianza económica”.
De los encuestados por Ipsos a nivel global, el 70% culpa a la economía mundial de la inflación, el 69% a las políticas del gobierno de su país y un 66% al nivel de las tasas de interés. Chile sigue una tendencia similar con un 69%, 62% y 67% respectivamente. Sumado a eso, nuestro país es el octavo con mayor tasa de personas que culpa a la inmigración, con un 62%.
Realidad de costos vs. Percepción de costos
El estudio de Ipsos mostró que, respecto a la situación financiera personal, un 7% de los chilenos dice vivir cómodamente, un 13% estima que le va bien, un 26% que tiene lo suficiente, un 36% que se le hace algo difícil y un 16% que se le hace muy difícil.
Es decir, a más de la mitad de los encuestados del país (52%) se les hace difícil administrar sus finanzas. Además, Chile tiene el cuarto porcentaje más bajo de encuestados que señalan que les va bien o viven cómodamente (20%) entre los 32 países medidos, sólo supera a Perú (19%), Argentina (18%) y Turquía (17%).
Esta edición del estudio incluyó por primera vez la percepción de los ciudadanos sobre su situación financiera en comparación con antes de la pandemia de Covid-19. Un 42% de los encuestados de Chile señala que están peor ahora que antes de la pandemia, el 30% dice estar mejor y uno de cada cuatro (24%) ni mejor ni peor. Por otro lado, casi dos de cada tres (35%) de los encuestados del país cree que la economía de Chile está en recesión, un 37% no sabe y el 28% piensa que no.
Estos resultados ubican a Chile como el único país de la región en que son más las personas que sienten que su situación es peor que antes de la pandemia, a pesar de que la economía de su país está bien; situación similar a la que viven países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia e Italia. En Argentina y Perú la percepción de más ciudadanos es que su situación no está mejor y la economía de su país tampoco. Por el contrario, en Brasil, Colombia y México la percepción predominante es que están mejor que antes de la pandemia y las finanzas de sus naciones están en un buen pie.
“Existe un pesimismo generalizado en las expectativas inflacionarias futuras entre los chilenos, lo que influye en su percepción y comportamiento. La baja confianza como consumidores se traduce en decisiones financieras más cautelosas. Con restricciones presupuestarias, precios y tasas de interés altas, administrar el dinero se vuelve más desafiante. Más personas enfrentan dificultades para llegar a fin de mes, conscientes de que endeudarse es caro y que las expectativas de aumentos en sus ingresos futuros no son altas, dada la situación del empleo en el país”, analiza Nicolás Fritis, CEO de Ipsos en Chile.
La búsqueda del crecimiento
Los encuestados nacionales reflejan posturas divididas respecto al rol del Estado y los impuestos: Solo el 26% prefiere aumentar el gasto en servicios públicos, incluso si eso implica pagar más impuestos personalmente; mientras que un 35% opta por reducir los impuestos que paga, aunque ello signifique gastar menos en servicios públicos (Un 22% declara no inclinarse por ninguna de las dos opciones).
Es decir, hay una diferencia de 9 puntos porcentuales a favor de rebajar los impuestos; la más baja entre los países de América Latina, los cuales todos prefieren una rebaja de impuestos en vez de aumentar el gasto público, al igual que en Chile.
De cara al próximo año, en Chile un 60% cree que aumentarán los impuestos que paga, misma cifra sobre las personas desempleadas y porcentaje similar respecto a las tasas de interés, donde un 66% piensa que subirán. En esta pregunta los chilenos registran la cuarta expectativa más alta entre los países medidos y la mayor en nuestra región. De hecho, el promedio de América Latina (61%) supera ampliamente a las demás regiones, ya que le sigue Asia Pacífico con 50%, luego Europa (50%) y América del Norte (41%).