[Opinión] …Y ganó la democracia
(Por Rubén Moraga Mamani. Académico, Doctor en Ciencias). Con la votación realizada este lunes, se puso término de una campaña de cancelación anticomunista desatada, que pretendía negar el derecho democrático de presidir la Cámara de Diputadas y Diputados al Partido Comunista; campaña realizada por los sectores más reaccionarios de una derecha defensora a ultranza de las elites económicas (como diría el profesor Peralta, resabios de la vieja y rancia fronda aristocrática) adosados con claros tintes fascistoides que campean hoy amparados bajo el emblema de libertarios y republicanos, representantes del negacionismo, quienes azuzan el miedo y el odio a lo diferente y a lo diverso como argumento supremo.
Como discurso instalan la duda y el cuestionamiento del carácter democrático del Partido Comunista de Chile, caen en un revival y en una lógica de una guerra fría trasnochada, anquilosada, hoy estamos en otra situación geopolítica, donde el multilateralismo está cada vez más presente y el surgimiento de un mundo multipolar con otros centros de gravedad ya es un hecho real y avanza sustantivamente.
Primero aclarar a esos sectores que el Partido Comunista de Chile tiene una heroica y larga data como impulsor y defensor de la democracia, así como la profundización de la misma y de su institucionalidad, incentivando la incorporación de los mas amplios sectores sociales en la participación de la construcción social que de respuestas a las demandas por un mejor vivir y de justicia social.
En segundo lugar, quienes apuntan con el dedo y acusan de antidemocrático al Partido Comunista, tratando de instalar ese concepto, son los que promovieron acciones y situaciones que terminaron con el rompimiento de la institucionalidad democrática hace 50 años atrás y que en el marco de esa conmemoración, el año pasado mostraron su doble discurso, instalando un negacionismo sobre el golpe militar y de la instalación de una dictadura cívico-militar a punta de muerte y de violaciones a los DDHH de cientos de miles de compatriotas. Muchos de esos actores conspiraron para socavar la democracia, actuaron en forma sediciosa y apoyaron a esa dictadura, que hoy tratan de desmarcarse tergiversando la historia, promoviendo el negacionismo.
El Partido Comunista siempre ha sido un promotor del dialogo democrático y de forjar alianzas con todos los sectores que bogan por mayor justicia y equidad social para dar respuesta a las demandas, necesidades y urgencias de las y los trabajadores, lo fue ayer, lo sigue siendo hoy y lo será mañana. Es un Partido con 112 años de historia, nacido en el seno de la clase trabajadora, en nuestro norte grande, en nuestra pampa salitrera plagada de luchas e historias de organización del movimiento popular. Es parte de la historia y de la cultura nacional.
Como lo señala la compañera Diputada Karol Cariola al ser electa como Presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile “Creo que hoy ha caído un veto atávico no solo anticomunista, sino que también antidemocrático. Porque la soberanía popular implica que, si el pueblo es capaz de votar y elegir a las y los comunistas para los cargos de representación popular en que hemos sido electos, con una bancada de 12 Diputados y 2 Senadores, con la representación de varias comunas y entre ellas la capital de nuestro país, o con la primera mayoría nacional en votos de esta Cámara de Diputados y Diputadas. No tienen porqué existir otro tipo de vetos, elitistas y antidemocráticos. Que solo recuerdan los peores momentos de nuestra historia, en que a través de leyes malditas se ha intentado acallar nuestras ideas. La soberanía popular y la democracia implican también, respetar las elecciones que el pueblo de chile ha hecho. Y desde nuestro profundo valor por la democracia esperamos, que la disputa de las ideas no se transforme en descalificaciones y mentiras que solo ayudan a desprestigiar aún mas el ejercicio de la política y las instituciones de nuestro país.”