Las redes sociales y su impacto en el aumento de atenciones psiquiátricas infanto juveniles
El Grupo Cetep reveló un alarmante aumento en las atenciones de psiquiatría Infanto-Juvenil. El alza detectada en la muestra analizada fue de un 58% en 2023 con respecto al año 2022.
La salud mental de los niños y adolescentes se encuentra en una encrucijada preocupante. Las consultas de Salud Mental en este sector de la población estaría aumentando considerablemente. Precisamente, según los datos del informe “Ecosistema de soluciones de Salud Mental y Bienestar 2023”, desarrollado por Grupo Cetep, las atenciones correspondientes a la población Infanto-Juvenil se incrementaron de forma sostenida en la muestra analizada.
En el primer trimestre del 2023 el promedio de atenciones Infanto-Juveniles registradas por el informe alcanzaba las 268 atenciones. El segundo trimestre llegaron a 473 atenciones, y luego 547 atenciones en el tercer trimestre y 585 en el cuarto trimestre, siendo noviembre el mes con mayor cantidad de atenciones.
¿Cuáles podrían ser las raíces de este fenómeno? La respuesta puede encontrarse en diversos factores, pero todo apunta a que el principal causante de estas cifras son las redes sociales.
La era digital ha transformado radicalmente la forma en que interactuamos con el mundo. Los jóvenes están inmersos en un océano de información donde la realidad puede parecer polarizada y los juicios son rápidos y tajantes. Este entorno, combinado con una falta de diálogo significativo en el seno familiar, puede llevar a una desconexión emocional y un seguimiento ciego de las tendencias, sin espacio para el pensamiento crítico.
Múltiples factores
Los factores socioeconómicos y culturales también desempeñan un papel crucial. La brecha entre oportunidades y recursos crea desigualdades que impactan negativamente en el bienestar de los jóvenes. La búsqueda de escapismo a través de vías fáciles, como el consumo de drogas, a menudo se convierte en una alternativa tentadora en entornos desfavorecidos. Además, la idealización de modelos superficiales de éxito promovidos en las redes sociales puede distorsionar las percepciones de los jóvenes sobre los valores éticos y sociales.
La tecnología, aunque conecta al mundo, también puede aislar a los individuos. La constante exposición a las redes sociales puede dañar los vínculos familiares y sociales, limitando los espacios de diálogo y el tiempo al aire libre, esencial para el desarrollo saludable.
“Uno de los signos tempranos que funciona como indicador de algún problema de salud mental en los niños y jóvenes es el aislamiento social y familiar. Distanciarse de sus actividades propias y/o características, alteración del sueño-vigilia, alteraciones en el peso y espacios de silencio permanente” son una alerta que debe revisarse, comenta la psicóloga de Grupo Cetep, Teresa Valle.
Buscar ayuda profesional
En este panorama desafiante, es esencial abordar estas preocupaciones con comprensión y apertura. Incorporar a la familia en el proceso terapéutico y comprender los entornos individuales de los jóvenes a través de visitas domiciliarias son estrategias valiosas para los profesionales de la salud mental.
En cuanto a las estrategias de intervención, la psicóloga Teresa del Valle, sugiere incorporar a la familia en las sesiones terapéuticas y realizar visitas domiciliarias para comprender mejor el entorno del niño o adolescente. Esta aproximación integral busca no solo abordar los aspectos psicológicos, sino también los sociales y culturales que influyen en la salud mental de los jóvenes.
Ante la urgencia de esta problemática, es imperativo crear conciencia y promover un ambiente comprensivo y libre de estigmas. La colaboración entre profesionales, familias y comunidades es esencial para garantizar el bienestar emocional de la juventud.