Experta en Congreso Futuro aborda el impacto de las pantallas en los primeros años de vida
¿Están en comunicación los bebés sin aún haber aprendido a hablar? ¿Qué rol cumple la comunicación en su aprendizaje? ¿Afecta el uso de las pantallas su desarrollo cerebral y del lenguaje?
Estas y otras interrogantes fueron parte de la exposición que la pediatra y neurobióloga francesa, Ghislaine Dehaene-Lambertz abordó en la tercera jornada de Congreso Futuro en el Centro Cultural CEINA.
La especialista compartió con la audiencia parte de los experimentos y las investigaciones que viene llevando a cabo en el Laboratorio de Autoimagen del Desarrollo del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, en los cuales se ha podido conocer acerca de las amplias capacidades de aprendizaje de los niños, incluso durante su gestación.
Parte de ello, es la capacidad de los bebés de discriminar entre diferentes cantidades sin haber aprendido a contar o calcular propiamente tal; la capacidad de distinguir entre una voz femenina o masculina; o la de entender la gravedad. La científica también se refirió a la sorprendente curiosidad que manifiestan los bebés e incluso planteó que a partir de sus investigaciones han podido sustentar que ellos aprenden por medio de predicciones.
Ghislaine Dehaene-Lambertz enfatizó que actividades cognitivas propiamente humanas como la comunicación o el aprendizaje de un idioma están presentes en su desarrollo. De este modo, explicó, la experta, los bebés son muy sensibles a las claves comunicacionales que se expresan a través del contacto visual, los gestos, las tonalidades de la voz, al igual como ocurre con un adulto o un niño ante un profesor, dinámica que no están haciendo las máquinas, indicó.
La científica también apuntó al aprendizaje del idioma que comienza incluso antes de nacer, de tal modo que el recién nacido ya reconoce las melodías del propio lenguaje y aprenderá en el primer año de vida los sonidos de su lengua madre. En este proceso durante los primeros años de vida, ellos comienzan sabiendo 0 palabras y terminan aprendiendo cerca de 14 mil. “En algún punto -plantea Dehaene-Lambertz- el niño aprende de 10 a 20 palabras al día”, y a los 3 años ya están totalmente establecidos en su idioma y lenguaje.
En base a estas investigaciones, la neurobióloga advirtió que el óptimo desarrollo de los niños en parte fundamental requiere de que alguien les hable, y hoy donde las pantallas están capturando a la población, es probable que para los padres aquellas sean más interesantes que sus propios hijos, indicó la científica.
Bajo tal situación, si los padres les hablan menos a sus hijos, ellos no pueden aprender. Finalmente, Ghislaine Dehaene-Lambertz llamó a sacar los teléfonos de este proceso irreemplazable del desarrollo y el aprendizaje, en tanto que la interacción es algo que no pueden ofrecer como tal las máquinas, precisó.
Para ver la exposición completa de Ghislaine Dehaene-Lambertz, se puede revisar la emisión diaria de Congreso Futuro en su canal de youtube o consultar en las redes del evento.