“Bluets” de Maggie Nelson
Es extraño asociar un estado emocional a un color, obsesionarse con él e intentar buscar todas las referencias que nos circunscriben a esa emoción de un eterno azul que va cambiando de tonalidades, lo cual nos permite con un ojo más agudo poder distinguir entre distintos tipos de azules. Por esa referencia también se hace alusión a la tristeza, porque no son todas iguales e incluso, tú lo sabes, unas calan más hondas que otras.
Maggie Nelson ha terminado una relación muy importante para ella y ha intercalado en sus notas de investigación sobre el color azul (incluso intentando pasar un programa de investigación que le permita viajar por el mundo para descubrir los azules).
En la contestación ante una pena que no parece querer disiparse, y que a través de sus palabras y páginas vamos imaginando junto a ella, intercala notas históricas, datos sobre biología, pensamientos filosóficos y mucho más. Todo con un sólo fin: el saber porque siente -y sentimos- tanta pena y tristeza en algunas ocasiones.
Blue en inglés, aparte de significar el color azul, también hace referencia a la sensación de tristeza (recuerdan la película de Pixar y de qué color era esa emoción) porque siempre hemos tratado de darle un significado y explicación a todo. Y al parecer el color azul le señala a nuestro cerebro la sensación de calma (por eso cuándo preguntan cuál es el color preferido de la gente, más del 65% responde que el color azul, porque más que el color es la sensación que transmite), y así retrotraernos a una calma previa a la pena que sentimos en algún momento. Es la respuesta automática de nuestro cerebro y parte de nuestro corazón.
Es un libro maravilloso que va galopando de manera pausada por un prado de ensoñación, que te lleva a reflexionar sobre tu propio estado y emociones. Porque en esas anotaciones que parecieran ser hechas al azar, Maggie Nelson va relatando un camino emocional a través de un color, y sin darnos cuenta cruzamos junto a ella la pena que la embarga, pero también entendiendo el porqué. Una cuestión que va transformando el libro en un susurro al oído a medida que leemos, que nos calma y regala la sensación de explicación entre una entropía maravillosa.
Maggie Nelson con una maestría absoluta nos regala reflexiones impresionantes en torno a un color que puede traducirse en un millar de cuestiones más, en donde evocamos la pureza de un color, la textura de una sensación, el olor de una emoción e incluso, la sabiduría de un sueño. Conversamos con una autora a través de un acto tan ancestral como la tristeza o pena: la lectura. Y en ella irás encontrando algo de consuelo para esa pena que puedas tener en este mismo momento, al leer esta reseña, pero que vas entendiendo casi por “magia” al ir avanzando a través de las notas de Bluets.
Son 240 notas y cada una podría interpelar de alguna manera u otra, como lectora y lector haciendo gala del poder que a veces tiene un libro sobre ti. Una lectura necesaria en tiempos tumultuosos y que podría transformarse en ese libro que querrás tener siempre cerca de ti.
“Bluets”
Jámpster libros, 2020.
73 páginas.