[Homenaje, por Lautaro Carmona] A 45 años de calle Conferencia ¡nada ni nadie está olvidado!

Entre el 4 y el 6 de mayo se cumple una dolorosa fecha para los comunistas y para la democracia. Hace 45 años ocurrieron los sucesos del denominado caso “Calle Conferencia”, como se conoce al secuestro, asesinato y desaparición de la primera dirección clandestina del Partido Comunista, la que inició sus funciones los días inmediatamente posteriores a producirse el golpe, encabezada por el compañero Víctor Díaz López, quien ocupó la responsabilidad de Subsecretario General del PC hasta el 11 de septiembre de 1973.

Por razones de seguridad, este primer colectivo de dirección se vio obligado a modificar sus integrantes entre 1973 y fines de 1975. Tarea que constituyó una heroica acción clandestina de resistencia antifascista.

Ya para 1975, según consta oficialmente en el Informe Rettig, operaba el Comando Conjunto, cuyo objetivo no era otro que reprimir el accionar de los comunistas y planificar el exterminio sistemático y selectivo de sus distintos niveles de dirección.

La casa de Calle Conferencia 1587

Una antigua y modesta casa ubicada al sur poniente de la comuna de Santiago, funcionó durante un periodo como un espacio de seguridad y de reunión. A comienzos de 1976 la DINA montó un amplio operativo para dar con el paradero de la dirección del Partido Comunista. Días antes se montó la ratonera, torturando y amenazando a los moradores de Conferencia 1587. Al atardecer del 4 de mayo cayeron los camaradas Mario Zamorano y Jorge Muñoz. Durante la mañana del 5, Uldarico Donaire y Jaime Donato, y el día 6 la compañera Elisa Escobar. Llevados luego a la casa de la muerte en la calle Simón Bolívar.

Todo lo que sigue es una cruel embestida que se ubica entre los más atroces crímenes contra los derechos humanos cometidos en nuestra patria. El 12 de mayo, caerá Víctor Díaz. En los meses siguientes destacados militantes y dirigentes, hombres y mujeres comunistas, incluyendo a fines de año, la caída de la dirección clandestina que encabezada por Fernando Ortiz. Y tantas y tantos compañeros y compañeras que, sometidos a flagelos, entregaron su vida y hasta hoy figuran como detenidos desaparecidos. Ellos son un testimonio del altruismo, de humanismo, del coraje, de la consecuencia de hombres y mujeres de distintos oficios, la mayoría menores de 50 o 40 años, en la plenitud de la vida, entregándose a la riesgosa tarea de organizar la lucha clandestina. Revolucionarios tenaces, surgidos de la más noble madera que puede dar el partido de Recabarren.

Ante el horror y el odio se opuso la solidaridad y la conciencia popular

Esta fecha infame, nos retrotrae al influjo anticomunista de la derecha chilena, usando la sedición y la propaganda mentirosa para aplastar justas reivindicaciones, enemigos de los cambios sociales, para defender sus privilegios de clase. Son los años de víspera a que el hermano del presidente de la República, José Piñera, servidor de Pinochet, estableciera un asalto a los fondos previsionales de las trabajadoras y trabajadores imponiendo el sistema de las AFP, y que hoy constatamos que el beneficio fue para los usurpadores, los grandes grupos económicos representados por la actual derecha, a costa de los trabajadores que son lo que entregan su vida entera a producir riqueza, no pueden disponer con dignidad de sus fondos y ni tienen los resguardos del Estado. Por eso la decisión de retirar el 10%, tiene para quienes sufren la miseria el sentimiento de destruir esa máquina de usura. Los compañeros a los que hoy rendimos homenaje, ya avizoraban que la refundación del capitalismo neoliberal en Chile era la gran consecuencia de la contrarrevolución al proceso democrático que encabezó Salvador Allende, una revolución democrática a la chilena, con una perspectiva socialista de acuerdo a nuestras particularidades y que por primera vez en la historia de la República se beneficiaba y protagonizaba la clase trabajadora.  Todo ello hoy está latente en la conciencia popular, que mantiene vivo el legado del gobierno de la Unidad Popular, que en estos momentos difíciles opone a la mezquindad e indolencia del actual gobierno, la generosidad, creatividad y solidaridad que caracteriza al pueblo chileno.

Memoria latente

La juventud chilena de ayer y de hoy, fragua con su voz rebelde el llamado de justicia social. La de ayer, la que condujera Mario Zamorano, como secretario general de las Juventudes Comunistas en los primeros años de la década del 60´, y quien, si el fascismo no le hubiera arrebatado cruelmente la vida, hoy mismo cumpliría 90 años. La de Carlos Contreras Maluje, cuyo ejemplo de consecuencia está en el origen de la rebelión popular que la juventud abrazó con decisión total. Y la juventud de hoy, la que saltó torniquetes, la que dijo basta a un modelo de miseria e injusticias.

Este  próximo 15 y 16 de mayo acudiremos a las urnas para reafirmar lo que el plebiscito del pasado 25 de octubre plasmó en la retina de Chile, que el pueblo chileno no dará un paso atrás en sus anhelos de conquistar justicia social, de acabar con el neoliberalismo. Esos días concurriremos con nuestros héroes y heroínas en la memoria, porque el Partido Comunista de Chile tiene un compromiso de conciencia y de principios en la lucha por la justicia y la verdad. ¿Dónde están? Es una pregunta que está presente, incansablemente en la diaria tarea de las y los comunistas. Por eso, ante la política de la muerte impuesta por los sectores oligárquicos a través de la dictadura civil militar, nuestro homenaje será que Chile establezca una Constitución nacida en democracia, que enarbole los anhelos por lo que dieron sus vidas.

Con el ejemplo de los héroes y heroínas del pueblo ¡ganaremos!

Hoy, nada ni nadie está olvidado.

 

Lautaro Carmona

Secretario General

Partido Comunista de Chile

mayo de 2021