“LA INELUDIBLE POSICIÓN POLÍTICA” una columna de Juan Gajardo López
(Profesor / miembro Comisión Política PC de Chile). El inicio cronológico del año en su dimensión política ha seguido las pautas marcadas con alguna claridad el último trimestre. El gobierno escabulle enfrentar con seriedad temas centrales para el país, tales como el desarrollo económico o temas sociales como la salud o políticos-sociales cual es la situación del pueblo mapuche por ejemplo y sigue recurriendo a distractivos comunicacionales, para lo cual hace pesar su nítida predominancia en los medios de comunicación y la cooperación no siempre voluntaria de personeros de la oposición.
La estrategia de la derecha desde La Moneda si ha tenido una constante, cual es
buscar revertir las transformaciones realizadas o comenzadas durante la
anterior administración y ha contado para ello con la complicidad de
parlamentarios cuyos partidos fueron parte del gobierno de Bachelet y con el
agravante en el caso de los parlamentarios radicales, que fueron elegidos en
listas del pacto “La Fuerza de la Mayoría” que conformamos comunistas junto a
socialistas y PPD. La más reciente
situación consigna que los votos radicales y demócratas cristianos permitieron
a Piñera aprobar esta semana una reforma atentatoria a los derechos de los migrantes y
adicionalmente le entregaron un balón de oxígeno al mortecino ministro
Chadwick.
Cuando la discusión legislativa este año estará centrada en
temas como la reforma tributaria, la reforma laboral, o la diferentes
iniciativas de reforma educacional emprendidas en la anterior administración,
no resulta baladí preguntarse cuál será la consistencia política de estos
sectores: mantendrán las reformas que
ayer impulsaron y defendieron o serán cooptados para las posiciones del actual
gobierno. Esa es una definición política necesaria. Más necesaria aún si también
se proyectan tratar temas como el sistema previsional, la salud pública, que
afectan a los sectores más desposeídos de nuestro país y cuando es conocida la
orientación de este gobierno a favorecer los intereses de privados. La
expresión “industria de la educación” del señor presidente, más que un
laxous, delata su real pensamiento,
todos los derechos sociales los ve convertidos en negocios.
A pesar de haber sido elegidos como opositores al actual gobierno,la
conducta de algunos parlamentarios puede
resultar impredecible y aunque jamás hemos entendido el ser oposición como
sumergirse en una trinchera, si creemos que el mundo popular debe resignificar
el valor de las fuerzas que le son propias y naturales. Siempre la organización
social es un espacio desde el cual defender posiciones y avanzar en nuevas
propuestas. De allí nace la importancia de la convocatoria amplia que para este
23 de Enero está realizando la CUT a todo el movimiento social organizado, para
concordar una pauta de acción, que no debe obligatoriamente traducirse en
organicidad, pero que acoja y potencie las movilizaciones de las mujeres, los
usuarios de la salud, los ambientalistas, el pueblo mapuche, los movimientos de
derechos humanos, etc. Es una manera cierta de enfrentar al gran empresariado
que hoy nos gobierna.